Liérganes, hogar del hombre pez

Liérganes es un bonito municipio del interior de Cantabria a tan solo 27,5 Km de Santander. Su conjunto urbano fue declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, por su valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII. A Liérganes le atraviesa el río Miera, motor económico de la localidad durante siglos.

Liérganes es lugar de nacimiento del llamado hombre pez, una de las leyendas mas curiosas y misteriosas de Cantabria y probablemente de España. Allá a mediados del S.XVII había un matrimonio formado por Francisco de la Vega y María Casar, que tenían 4 hijos, el segundo de ellos Francisco de Vega Casar, nuestro protagonista.

La víspera del día de San juan de 1674, Francisco se fue a nadar al río Miera con unos amigos. El muchacho era excelente nadador, por eso cuando empezó a nadar río abajo hasta perderse de vista, sus amigos no se preocuparon, hasta que pasadas varias horas no regresaba, le dieron por ahogado.

Cinco años mas tarde en 1679, mientras unos pescadores faenaban en la bahía de Cadiz, se les apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana. Al intentar acercarse a él, desapareció. La extraña aparición se repitió varios días, hasta que los pescadores decidieron darle caza, con cebos de pan y rodeándolo con redes.

Una vez atrapado comprobaron que se trataba de un hombre joven, tez pálida y cabello rojizo. Presentaba una cinta de escamas que descendía de la garganta al estómago y otra que le cubría todo el espinazo. Los pescadores llevaron al misterioso sujeto al convento de S.Francisco, donde los frailes le interrogaron en varios idiomas sin obtener respuesta. Al cabo de varios días, los esfuerzos de los frailes por hacerle hablar dieron sus frutos al pronunciar este una única palabra ¡Liérganes!

El suceso pronto se convirtió en la comidilla de todo Cádiz, llegando a oídos de un joven inmigrante cántabro, que comentó que en Cantabria había un pueblo que se llamaba así. También el entonces secretario del santo oficio de la inquisición, Domingo de la Cantolla, confirmó dicha afirmación, ya que el era de allí.

Posteriormente se investigó si en Liéganes tenían conocimiento de algún hecho extraño en los últimos años y desde Liérganes se contestó que únicamente se había registrado la desaparición de Francisco de Vega, cinco años atrás. Entonces, Juan Rosendo, un fraile del convento, acompañó al misterioso joven en un viaje de vuelta, para comprobar si la historia era cierta.

Cuando estaban ya cerca de Liérganes, en un monte que llaman de la dehesa, a un cuarto de legua, el religioso pidió al joven que se adelantara hasta el pueblo. Así lo hizo, dirigiendose directamente al pueblo sin errar ni una sola vez en el camino. Ya en Liérganes, este se encaminó sin dudar hacia la casa de María Casar. Esta en cuanto lo vio reconoció a su hijo. Ya en casa de su madre, vivió tranquilo sin mostrar interés por nada, andaba desnudo con total indiferencia. No hablaba, era dócil y servicial. Por todo ello se le tubo por loco, hasta que un buen día, al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que jamás se supiera mas de él.

Hoy podemos ver a Francisco, tranquilamente sentado debajo del puente romano, observando el río Miera, único testigo que sabe si todo lo anterior es verdad.

Y, después de visitar la estatua del hombre pez, lo mejor es disfrutar del entorno, comenzando por el puente romano o puente mayor, puente que no es romano ya que fue construido en 1606, tiene dos arcos de medio punto de tamaño desigual y se construyó con la piedra del propio río.

Al lado del puente podemos ver uno de los molinos mejor conservados de Liérganes, construido en 1667 estuvo en funcionamiento hasta finales del siglo XIX. Actualmente alberga el centro de interpretación del hombre pez.

Todo esto esta situado en la parte vieja de Liérganes, conocida como El Mercadillo, todo conserva un aire antiguo con sus calles empedradas y sus casonas populares, destaca en este conjunto histórico-artístico el Palacio de Rañada o Cuesta de Mercadillo y el museo-palacio de Elsedo. Un lugar poco conocido y que recomendable de visitar es la Iglesia de San Pantaleón, se encuentra en un alto a las afueras del pueblo, iglesia de finales del S.XIII no destaca por nada en particular, pero sí el entorno, ya que desde este alto tenemos una magnífica vista del pueblo y alrededores. Por último y no menos importante mencionar el magnifico balneario de Liérganes.